Primavera y vinos rosados parecen una pareja inseparable y, aunque no sólo en esta época del
año bebemos estos seductores vinos, es cierto que los primeros días cálidos invitan a disfrutar
de opciones más refrescantes. Los vinos rosados son vinos que se pueden beber más frescos y
se adaptan muy bien a situaciones más descontracturadas; además, combinan perfectamente
con cualquier comida. Seducen desde su color, enamoran con sus aromas y conquistan
definitivamente en boca por lo que siempre es interesante saber un poco más sobre sus
singulares características.
Aquí te contamos algunas curiosidades:
- ¿Los vinos rosados se elaboran con uvas rosadas? No necesariamente. En Argentina el
vino rosado se elabora principalmente con uvas tintas y, a veces, también con
variedades blancas. Cuando son elaborados con variedades tintas (Malbec, Syrah,
Pinot Noir por ejemplo), la maceración del vino con los hollejos es breve, lo
suficiente para lograr el color rosado que les da identidad. - ¿Cuál es el método de elaboración de los vinos rosados? Hay dos métodos de
elaboración que son los más utilizados. Uno es el llamado sangrado o lágrima. Se
utiliza sólo el jugo obtenido antes de ser prensada la uva: se trata de un ligero
prensado, ayudado por la misma gravedad que ejercen los racimos unos sobre
otros. De este modo, al abrir el grifo inferior del tanque, el cual fluye por gravedad,
se obtiene mosto rosado. El otro método de elaboración es el Prensado directo o
maceración. Aquí el jugo o mosto se deja en contacto con la piel de la uva durante
un periodo corto (dependiendo de la variedad, desde unas horas a varios días) para
conseguir el color deseado. - ¿Todas las variedades de uva son aptas para elaborar rosados? Si bien hay variedades
con mejores condiciones naturales que otras para elaborar este tipo de vinos como
el Malbec y el Pinot Noir, también encontramos rosados de Merlot, Syrah y
Cabernet Sauvignon y experiencias más novedosas con Cabernet Franc y Bonarda. - ¿Por qué hay vinos con tonos rosados tan diferentes? El color que adquieren los
vinos rosados depende del método de elaboración, de la variedad de uva utilizada y
de su contacto con la piel u hollejo, estas variables no sólo determinarán el color del
vino sino que influirán en sus sabores y aromas.
Los rosados son vinos que se consumen preferentemente jóvenes y en ellos podemos
encontrar diversos descriptores en nariz y boca tales como: pomelo, fresa, cerezas, frutilla,
frambuesa, naranja, leves recuerdos de pimiento, mora. En cuanto a los colores si los
ubicamos del más tenue al más vibrante se distinguen el rosa más pálido o suave conocido
como piel de cebolla y le siguen el rosa claro, salmón, rosa franco y por último el rosa
frambuesa, más vibrante e intenso.
¿El rosado es un vino para el verano?
Los vinos rosados se adaptan a cualquier situación de consumo, si bien por su temperatura de
servicio (entre 8 y 10 grados) son ideales para consumir en primavera o verano, pueden
resultar un perfecto aperitivo en cualquier estación del año.
En los últimos años, el mundo parece hacer redescubierto al “rosé”; y la gastronomía agradece
su compañía junto a ensaladas, pescados, pizzas, quesos, picadas, sandwiches y por qué no
animarse a sumarlo al asado.
Los vinos rosados en la actualidad seducen desde la góndola con su atractiva y cada vez más
innovadora estampa, las botellas transparentes en las que se envasan los rosados dejan
traslucir todo su potencial de color, brillo y frescura. Las bodegas más innovadoras suman el
tapón de cristal como parte de una propuesta que renueva radicalmente al rosado. Con
etiquetas novedosas y disruptivas en sus nombres, diseño y tipografía el rosado emerge,
entre tanto tinto y blanco, con luz propia. Es hora de descubrirlos y disfrutar de su seducción.
